El sudor se seca lento bajo esta luz de media mañana,
la cama es un campo de batalla donde aún huele a ti.
fuiste una morena salvaje, puro incendio en la boca,
hoy eres una rubia muy dulce, muy mía, muy loca.
me acerco al borde de tus muslos, al calor del desayuno,
donde el mollete se ofrece tierno, húmedo y profundo.
no hace falta mantequilla cuando la piel se nos funde,
beberé de tu centro hasta que el resto del mundo se hunda.