63 ANAUEL Exhorta:
“He recibido el encargo de transformar en oro la luz
y te he elegido a ti
para financiar la empresa de la espiritualidad.
Los valores morales no pueden expresarse sin un marco adecuado.
El amor de Dios es un sentimiento estéril
si es imposible comunicarlo, transmitirlo,
y en ti he puesto los medios para que esta obra pueda realizarse.
Procura no tomarte, peregrina, por la propietaria de tu caudal.
Eres una simple depositaria de ese oro,
que debes mantener a la disposición
de aquellos/ad que te lo piden en nombre de Dios.
Gracias a tu ministerio, los pueblos abrirán sus ojos y verán.
Muchas personas serán las que podrán contemplar, gracias a ti,
el esplendor de su propia entidad humana”.