- Toma la decisión de vivir cinco minutos a la vez. En lugar de pensar en tareas a largo plazo, piensa en el ahora y trata de dedicar un periodo de cinco minutos a hacer lo que deseas.
- Siéntate y empieza a hacer algo que has estado posponiendo, como escribir un mail, leer un libro o hacer una llamada. El solo hecho de empezar te ayudará a eliminar la ansiedad.
- Preguntate: ¿Qué es lo peor que podría sucederme si hiciera lo que trato de posponer? La respuesta, por lo general, es tan insignificante que quizá decidas entrar en acción.
- Asigna en tu agenda parcelas de tiempo para dedicarlas a todo aquello que pospones.
- Contesta a esta pregunta: ¿Estas haciendo lo que escogerías hacer si supieses que sólo te quedan seis meses de vida? Relativamente hablando, es todo el tiempo que tenemos. No tiene sentido retrasar cualquier cosa.
- No te digas que hay que hacerlo bien, es más importante hacer las cosas.
- No permitas utilizar la excusa de la fatiga, o del tiempo, o de la enfermedad para hacer algo.
- Elimina de tu vocabulario las palabras espero, desearía o quizá. Son los instrumentos para postergar las cosas. Si ves que esas palabras empiezan a deslizarse furtivamente, conviértelas en frases nuevas que empiecen: "Voy a hacer".
- Lleva un diario de quejas, críticas y cosas que pospones. Dejarás de hacerlo con tal de no tener que apuntarlo.
- Acuerda un compromiso tácito con otra persona (amig@ o familiar) asumiendo que vas a hacer algo en un plazo determinado o de lo contrario le entregarás 100 Euros. Haz juegos con todo esto.
Si quieres que el mundo cambie, no te quejes. Cambia tú. Sé un Hacedor, no alguien que vive deseando, esperando...
Tomado de JuanHaro.com
Tomado de JuanHaro.com
